Mari Carmen Navarro Ruiz
Comprendí de inmediato, era mi rostro el del cuadro. Reconocí mi corsé amordazando mis labios precintados Mis lentes de miedo en sus ojos sin nardos, Mis sueños y quebrantos en su piel de crisantemo Impresos como un pergamino de desdichas, Veo sus caminos sin andar, sus olas sin espumas. Mi llanto. Y la sorprendo desarmando mis promesas de azahares, Arrancándose el cabello con mis manos de espanto Con la tez ya marchita, el corazón arrugado Encerrando en su boca de jaula mis lamentos amargos Transformados en dedos sarmentosos. Ahogados. Al fondo, en el cuadro, un cementerio de cipreses desalmados Ya no pueden abrazar las voces de mi eco. De pronto, me miró sin descuido sin pudor en los ojos, Sin temblor en los párpados Y la lluvia caía como lágrimas nuevas desde un cielo estrellado Observé que reía, como ríen las bocas que acicalan la tarde Con sus blancos presagios y detuve mi paso Para ver la mortaja enlutada y silente Mientras paso de largo… Que se lleva a la tumba mis temores ocultos, Mis temidos fracasos. Y descubro mi nombre en un nicho ocupado Por la desesperanza, Sin lirios y sin nardos ¡Que no vengan a verme por sendas de silencio Ni senderos de esparto! ¡Qué me dejen que llore por mis mimbres trenzadas Y mis viejos canastos! Como el niño que pierde sus juguetes plateados ¡Qué no quiero caballos que se ahoguen por dentro Con la sangre sin sangre, con el aire sin viento! Me hace daño el crepúsculo que no huele a jazmín Como a un viejo soldado que perdiera su arma Y aniquila a zarpazos. Y voy surgiendo yo de la mujer del cuadro Y la beso despacio con mi rostro enlutado Sin cercas ni alambradas, sin cerrojos candados. Sin brumas y sin noches, sin espinos afilados. Ya no almaceno mentiras para escapar del llanto, Ni remiendo ilusiones con sus hilos de engaño, Ni peno, ni malvivo porque Sé a qué mujer voy y la condición de la que parto.

María del Carmen Navarro Ruiz es ateneísta, licenciada en filología hispánica por la universidad de Córdoba y logopeda titulada por la universidad de Vic (Barcelona); ha ejercido la docencia en enseñanza secundaria durante 29 años y ha publicado casi una veintena de libros.